Elías Jaua: «La pequeña y mediana propiedad es la que más impacta en la producción nacional»

por Jun 6, 2020Economía y Desigualdad, Entrevistas

Nació en Caucagua estado Miranda. Sociólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), con estudios en ciencias políticas en la Universidad Simón Bolívar (USB). Su trayectoria como político de izquierda comenzó desde muy joven cuando se incorporó a la Unión de Jóvenes Revolucionarios (UJR). Ha desempeñado importantes cargos públicos durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. En 1999 fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, fue Vicepresidente Ejecutivo de Hugo Chávez y Canciller de la República, también fue Ministro de la Secretaría de la Presidencia, de Economía Comunal, de Agricultura y Tierras..


PH9. ¿Por qué era necesaria una nueva reforma agraria a principios de siglo?

EJ. En primer lugar, el problema de la tenencia de la tierra siempre va a ser un problema vigente, pareciera algo de tiempos pasados pero el origen de la renta y la acumulación capitalista está en la tierra. Por eso, siempre va a ser un elemento de disputa entre quienes pretenden concentrar el mayor número de tierras para apropiarse de los recursos minerales y forestales que ésta provee y el resto de la población que la demanda para sembrar, para construir vivienda, para vivir, para tener acceso al agua, etc.

Para 1998, el 2% de los terratenientes, propietarios de grandes extensiones de tierra, poseían casi el 60% de las tierras de superficie agrícola ocupada, y la mayoría de ellas absolutamente improductivas, producto de la política neoliberal de aniquilamiento de la producción nacional, sintetizada en la consigna del Ministro de Agricultura de Carlos Andrés Pérez, Gerente de la Polar, que dijo que en Venezuela era mejor cultivar en los puertos que en los campos.

PH9. ¿Nos podrías dar tu visión de las diferencias entre la Ley de Tierras del 2001 y la ley de la Reforma Agraria de 1960?

La Reforma Agraria de 1960 es una mera distribución de tierras que no apunta al origen de la estructura de la tenencia de la tierra, de la real propiedad de la tierra, de cómo la Nación venezolana fue expropiada por este 2% de grandes terratenientes.

La Ley de Tierras del 2001 apunta a una recuperación de las tierras de la Nación para una distribución con un apoyo integral, que corrigiera los errores de la primera que se les dio tierra a los campesinos sin ningún tipo de apoyo. El proceso de revolución agraria del Comandante Hugo Chávez llevó implícito un sostenido apoyo en maquinaria, financiamiento, insumos, infraestructura agrícola que no tuvo el proceso de la Reforma Agraria de 1960.

La Ley de Tierras de 2001 y su aplicación ha sido quizás el mayor esfuerzo que ha hecho el Estado venezolano por recuperar sus tierras, y asignarlas de manera democrática entre la población que se quiso dedicar a la producción agrícola.

PH9. El proceso bolivariano ya tiene más de dos décadas. ¿Nos podrías hacer un balance general de su política agrícola? ¿Cuáles serían las diferentes etapas y cómo las caracterizarías?

EJ. Yo ubicaría tres etapas. En primer lugar, la primera etapa 2001-2004 donde poco se puede hacer porque son años de lucha contra el golpe, contra el sabotaje petrolero, con una economía menguada.

Luego, 2004-2012 donde se construye un plan integral, con un financiamiento sostenido, con una inversión sostenida cuyo resultado es positivo desde el punto de vista de todos los históricos de producción, y desde un punto de vista de inversión y de recuperación de infraestructura agrícola de riego, agroindustria, de vialidad agrícola, dotación de maquinaria, innovación en ciencia y tecnología, cooperación con importantes países agrícolas como Argentina, Brasil, China, entre otros.

La tercera etapa se produce tras la muerte del Comandante en el 2013. Es una etapa afectada por la transición de gobierno, en el marco de un proceso de desestabilización y la caída de los precios petroleros, allí se produce una paralización de la inversión sostenida de los últimos 10 años. Se abandona parte de la infraestructura que termina siendo desmantelada por bandas criminales, y que va deteriorando la plataforma que se había realizado para poder lograr la meta del auto sostenimiento para el año 2021.

Y luego, una etapa que es en la que estamos, a partir del año 2016, una etapa de restauración del latifundio, de transferencia de la propiedad estatal y de la propiedad social a sectores privados, la prioridad nuevamente de la importación de los alimentos antes que dedicar los escasos recursos que, sin duda, ahora son menores que en la primera década de este siglo y que ha llevado a una restauración de la anterior situación que teníamos antes del año 2004.

PH9. Las organizaciones campesinas lo han dicho siempre, pero hasta el Banco Mundial afirma ahora que la inmensa mayoría de la producción agrícola mundial es realizada en la pequeña y mediana propiedad. ¿Hay números al respecto en Venezuela? (Si bien el censo del 2008 establece como se divide la propiedad de los 29 millones de superficie agrícola, nos interesaría saber cómo se divide la producción total de acuerdo a si es pequeño, mediano o grande el predio productivo).

EJ. No tengo los datos a la mano, pero sin duda alguna que la pequeña y mediana propiedad es la que más impacta en la producción nacional diversificada. Fíjate que en todo este período no ha faltado lo que producen los pequeños y medianos productores campesinos esencialmente: las verduras, las frutas, las hortalizas. Nada de eso ha dejado de estar a disposición de la gente, quizás no a los precios accesibles, pero no ha faltado. En cambio, los déficits más importantes que hemos observados en los últimos años han estado en materia de los rubros que, generalmente, desempeñan los grandes productores: cereales, ganadería, entre otros.

Las tierras agrícolas, la inmensa mayoría fue regularizada a campesinos individuales. Se regularizó la tenencia y uso de la tierra agrícola de 7.999.000 hectáreas, de los cuales se entregaron 226.839 títulos de regularización, es decir, estos 226.839 productores individuales se les dio la tenencia legal, y luego se promovió su asociación para la siembra conjunta, para los insumos, pero siempre estas experiencias fueron minoritarias. Y el Estado venezolano no creo, no tengo las cifras en la mano, pero hasta donde yo fui Ministro de Agricultura en el año 2010, no llegaba a 600.000 hectáreas de fincas en manos del Estado.

PH9. El censo del 2008 habla de 2.200.000 hectáreas sembradas, menos del 8% del área potencial de producción, y un poco más o un poco menos, esa es una constante histórica. Eso nos habla de un enorme potencial que no se ha logrado desarrollar. ¿Cuáles son las principales limitaciones para desarrollar ese potencial?

EJ. Finalmente, en el período del comandante Hugo Chávez llegamos a estar cerca de las 2.500.000 de hectáreas sembradas para el año 2010, lo que significó un incremento de casi el 50% respecto a lo que encontramos en 1998 que era 1.638.000 hectáreas aproximadamente.

Ahora bien, sobre el tema del potencial de producción, eso es muy relativo. Ciertamente, son cerca de 30 millones de hectáreas, pero ahí habría que incluir varias cosas: No todos los suelos son cultivables de manera rápida, suelos tipo A1 son la minoría, los que están ubicados en el valle de Aragua, valles del Río Turbio, valles del Río Yaracuy, el Sur del Lago, son digamos superficies proporcionalmente, respecto al total nacional, muy pequeñas las que están aptas para un cultivo inmediato, las demás requieren, algunas sistemas de riego, otras procesos de insumos para eliminar acidez, etc.

Entonces hay que tener mucho cuidado cuando decimos que en Venezuela hay 30 millones de hectáreas como si ya mañana las podemos sembrar. Luego dentro de esas 30 millones de hectáreas hay áreas protegidas, es decir, están las reservas de agua, las orillas de río que tienen bosques y que deberían ser cuidados, cosa que ahorita en la actualidad está bastante relajada y es preocupante la quema y la tala indiscriminada de las cuencas en las orillas de los ríos dentro de las fincas.

PH9. Hay una relación conflictiva entre importar para resolver las necesidades alimentarias inmediatas de la población y el desarrollo de la producción nacional. Loyo [ex ministro] nos decía que la capacidad importadora se usó para presionar el precio de la producción interna a la baja, pero que la producción nacional había crecido igual en el período. El vocero de Fedeagro nos decía que las importaciones con un bolívar sobrevaluado habían arrinconado al productor nacional, ¿qué nos podrías decir de cómo se manejó esta tensión?

EJ. Esta pregunta marca la clave del problema agrícola en Venezuela. En Venezuela, parte importante de la extracción de la renta petrolera por parte del sector privado se hace a través de todo un sistema de importación; es un concierto entre la burocracia históricamente constituida y buena parte de la burguesía nacional, que más que producir se ha dedicado a extraer los dólares del Estado.

La más fehaciente prueba es la declaración que hace poco acaba de dar Lorenzo Mendoza [presidente de Empresas Polar] donde responde que él tiene derecho a poner los precios que quiera porque ellos están produciendo con sus propios recursos. Es decir, en cualquier parte del mundo se supone que una empresa privada produce con sus propios recursos; Lorenzo Mendoza lo que ahí está reconociendo es que, por primera vez, tienen que poner dólares de su patrimonio para comprar la materia prima, lo que antes hacían con los dólares subsidiados del Estado, lo que históricamente han hecho, tanto en el sector agrícola como en el sector metalúrgico, como en el textil, como en todos los sectores, porque esta es una burguesía esencialmente rentística e importadora.

Es tanto el foco de acumulación de capital en la importación que, obviamente, se produce una presión o un desestimulo a la posibilidad de producir en Venezuela. Se puede lograr, como lo logramos en el año 2008-2009 quizás hasta el 2010, un equilibrio entre la necesaria importación y toda la producción que sea posible. Nosotros logramos alcanzar para el 2010 que el 70% de la producción de alimentos que se pueden producir en el país -saco de esto el trigo y la soya, aunque con ésta última comenzamos un proceso de experiencia de siembra, pero que todavía era muy incipiente y no se logró consolidar-, sacando esos rubros, producíamos el 70% de los alimentos que consumíamos, mientras que en 1998 llegábamos solo al 45%.

Lo que dice el vocero de Fedeagro no es cierto. Los gremios agrícolas saben el combate que el comandante Chávez dio por un equilibrio. Ellos tuvieron todo el apoyo, tuvieron financiamiento con tasas preferenciales de hasta 6, 8, 12% con largos plazos, tuvieron una cartera agrícola específica, exoneración de impuesto sobre la renta, subsidios al combustible, a la electricidad, al agua, a los fertilizantes. Lo que pasa es que la inmensa mayoría de los grandes productores asociados a Fedeagro y Fedenaga se colocan techos de producción, históricamente lo han hecho para condicionar la oferta y por lo tanto obtener la ganancia vía la especulación.

De manera que el argumento del vocero de Fedeagro no tiene validez especialmente entre el año 2004 y 2010. Obviamente que en este momento sí es lo contrario, cuando se está importando casi el 70% de los alimentos, especialmente, de alimentos elaborados.

PH9. Hay consenso, incluso en sectores opositores, sobre el hecho de que durante el período del comandante Chávez se hizo una gran inversión en el campo. ¿Nos podrías dar datos de esa inversión? ¿Cuáles crees que fueron los cuellos de botella para que esa inversión no tuviera aparejado un crecimiento de la producción en las mismas dimensiones?

EJ. La inversión, por supuesto que tuvo un impacto en el crecimiento de la producción en las mismas dimensiones. Logramos crecimientos históricos: autoabastecimiento en arroz, en maíz blanco, en producción de leche, de carne, en huevos, en carne porcina, en frutas tropicales. El resultado estuvo a la vista de los consumidores.

Para el año 2010 teníamos una producción de 24.686.000 toneladas de alimentos, un incremento del 44% respecto al año 1998 que apenas se produjeron unos 13.000.000 de toneladas de alimentos. Por supuesto que tuvo un impacto, ahí están las estadísticas hasta de la propia Fedeagro que en sus estadísticas reconoce especialmente el año 2007, 2008, 2009 registraron históricos de producción en los rubros que anteriormente te señalé.

PH9. Buena parte de las federaciones agrícolas hicieron oposición firme al proceso revolucionario, siendo icónica la imagen del presidente de Fedenaga rompiendo la Ley de Tierras. El proceso revolucionario hizo esfuerzos para fortalecer un sujeto productivo en el campo: Organizaciones campesinas, NUDES, Fundos zamoranos, cooperativas, producción estatal, consejos comunales y comunas. ¿Cuál es el balance de ese esfuerzo?

De todas esas experiencias de organización colectiva hubo experiencias exitosas y hubo experiencias que no resultaron. Tenían que ver fundamentalmente con la voluntad de trabajo, con la disposición de las personas, también con que las primeras tierras asignadas no eran las mejores tierras, te refería que en Venezuela no cualquier tierra es cultivable de inmediato, sino tras años de inversión sostenida.

De manera que hubo muchos elementos pero en general esos sujetos, NUDES, Fundos zamoranos, cooperativas, la producción estatal, los consejos comunales y comunas son los que lograron romper los techos de producción que se autoimponen los grandes productores en Venezuela, y el resultado está en los históricos alcanzados entre el año 2008 y 2010.

PH9. Ya en el gobierno de Nicolás Maduro fuiste Ministro de Comunas en los años 2014 y 2015, impulsaste un plan de siembra comunal. ¿Qué nos puedes decir de los resultados de la producción agrícola bajo control comunal?

Ese plan que desarrollamos en 2014 era un esfuerzo importante para enfrentar lo que ya veníamos observando, el inicio del bloqueo. Recuerdo que en 2015 se produce el decreto de amenaza inusual y extraordinaria (por parte del gobierno de los Estados Unidos) y era momento de dedicar los escasos recursos, que ya en ese momento comenzaban a ser menguados, en fortalecer la producción nacional de alimentos, que tanto ha hecho falta para lograr evitar lo que ha vivido nuestro pueblo especialmente en 2016, 2017 y ahora con la especulación de los productos importados.

Sin embargo, en el peor momento de la crisis fue la siembra campesina, la siembra comunal la que sacó el pecho, en 2016, 2017, las calles de las grandes ciudades se llenaron de camioncitos, camionetas con verduras, hortalizas, con frutas, que fue a lo cual pudo acceder nuestro pueblo en ese período tan duro y a lo cual sigue accediendo en este momento.

PH9. Las cifras de la producción agrícola durante el período de Hugo Chávez hablan de un crecimiento sostenido hasta el 2011, ¿se logró abastecimiento nacional en algunos rubros?

EJ. Arroz incluso con excedente de exportación para Colombia, casi 1.200.000 toneladas; de maíz blanco casi 2.000.000 toneladas; 1.000.000 de maíz amarillo. Total abastecimiento de huevos, de carne porcina, incremento de producción en aves, en carne de res. Total abastecimiento en hortalizas, en frutas tropicales. Por eso el esfuerzo de la revolución agraria planificada y liderizada por el comandante Hugo Chávez, por eso cuando se pueda evaluar en retrospectiva en los escenarios futuros ese esfuerzo, cuando se pueda evaluar sin hacer propaganda política o intentar descalificar aquel esfuerzo por parte de los viejos y nuevos intereses de restaurar el viejo modelo agrícola latifundista y de acumulación privada exclusivamente se podrán ver los resultados, ahí están, y más que la cifra está la memoria de un pueblo que sabe que acá no le faltó comida durante el período del comandante Chávez, especialmente después del año 2004.

PH9. La caída de la producción es dramática en los últimos años, con la mayoría de los rubros muy por debajo del los niveles que estaban en 1998. Teniendo en cuenta la caída de la producción y precios del petróleo, las sanciones, la dificultad de acceso a crédito, entre otros aspectos, ¿qué crees que debimos hacer distinto para que la producción agrícola tuviera más fuerza ante este contexto adverso?

EJ. Debimos haber continuado el esfuerzo de inversión, debimos haber evitado que se paralizara y en buena parte se desmantelara el esfuerzo agroindustrial que había realizado el comandante Hugo Chávez. Y finalmente, no se debió asumir una política de abandono del apoyo al pequeño y al mediano productor que son los únicos que pueden romper los techos de producción en Venezuela y, por el contrario, iniciar una política de restauración, con la devolución de tierras recuperadas a los antiguos latifundistas que no las tienen productivas y la transferencia de los activos agroindustriales, sistema de riegos, empresas de procesamiento de alimentos, procesamiento de semillas, laboratorios que han sido transferidos paulatinamente a los privados, bajo distintas modalidades.

¿Cuáles son los resultados? Han pasado ya cuatro años de esa política de transferencia de activos al sector privado y no hay un balance al respecto. Creo que ahí está el principal error: haber debilitado la fuerza que el Estado venezolano y el poder popular había construido para enfrentar una situación como ésta, y pasar nuevamente a depender de la capacidad de los monopolios privados.

PH9. ¿Cómo ha impactado el bloqueo estadounidense a la agricultura en Venezuela?

EJ. Sin duda que el bloqueo estadounidense ha afectado la agricultura, sobre todo en materia de insumos, porque no fue que no se hizo o no estaba contemplado, sino que son procesos que llevan tiempo en innovación en ciencia y tecnología para lograr la plena soberanía.

Logramos la soberanía en la producción pero no en los insumos para producir, eso requería más tiempo, y por eso hoy al no tener todas las semillas que necesitamos para producir, al no tener todos los insumos, la maquinaria para producir, al estar bloqueados, por un lado, por los efectos financieros que tiene sobre la capacidad del Estado para importar, ya no tiene los mismos recursos que se tuvo en la primera década de este siglo para importar maquinaria, semillas, fertilizantes, etc., y por otro lado, porque aunque tenga los recursos no hay empresa que se atreva a venderlo, salvo las empresas chinas.

PH9. Si usted estuviera asumiendo en este momento el cargo de Ministro de Agricultura nuevamente, ¿cuál sería su prioridad? ¿Cuáles serían las orientaciones claves de su política? ¿Qué medidas asumiría ante las consecuencias de la pandemia?

EJ. Yo continuaría un mínimo de inversión sostenida para la producción de alimentos que es vital para cualquier momento de una sociedad, especialmente, para un país amenazado, bloqueado, incluso con la amenaza de una intervención militar. Entonces, dedicaría todos los recursos que pudiera al levantamiento de la producción de alimentos, no transferiría a un sector privado que es adverso al proyecto de transformación revolucionaria activos que son patrimonio de la Nación, al contrario, fortalecería la propiedad social, porque forma parte de la batalla ideológica.

En tercer lugar, aplicaría la misma política del comandante Chávez de atención a todos los sectores, grandes, medianos y pequeños. Necesario es decir que este año, veo que hay una rectificación en las políticas que ha anunciado el Ministro Castro de atención al campesino, pero hasta el año pasado había una priorización para los grandes privados.

PH9. Sólo como ejercicio, si volvieras atrás, ¿qué habrías hecho distinto en materia agrícola?

EJ. En materia agrícola, no es lo que yo hubiese hecho, porque aquí tengo que reivindicar que yo ejecuté un plan que fue resultado de un acumulado de experiencia de los ministros anteriores y del pensamiento del comandante Hugo Chávez, con la asesoría de distintos expertos de todo el mundo.

Creo que es un plan absolutamente integral, creo que no le faltaba nada, obviamente que en la ejecución siempre se van a cometer errores, pero todos sus lineamientos se desarrollaron: Uno era la democratización de la tierra, se desarrolló; otro era la organización para la producción, se logró en buena parte. El tercero era el financiamiento, logramos que la banca privada asumiera una cartera agrícola obligatoria con tasas de interés muy por debajo de la actividad económica, tasas de menos del 12% de interés.

El cuarto elemento era la infraestructura agrícola, se construyeron, el sistema de riego de la planicie de Maracaibo, lamentablemente inactivo en este momento, el sistema de riego Río Tiznado, la recuperación del sistema de riego Río Guárico en Calabozo, estos dos últimos en Guárico, el sistema de riego de la planicie de la Mesa de Guanipa para la siembra de soya, también paralizados en este momento. Por lo menos ocho laboratorios de genética animal, laboratorios de bioinsumos, digamos, todo el fortalecimiento de la infraestructura se inició.

Y el quinto elemento era la innovación en ciencia y tecnología, allí era una tarea compartida con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y bastante se avanzó con el plan nacional de semillas, con la producción de biofertilizantes. Ahí hay una obra, una base, una plataforma que nunca antes había tenido el país, lo que no podemos hacer es entregarlo a privados sino fortalecerla desde la propiedad social, desde la propiedad pública y apoyar a los privados y al esfuerzo que ellos tengan que hacer para desarrollar sus propias industrias, como lo hizo el comandante Chávez.

Finalmente, quiero celebrar la reivindicación que ha hecho recientemente el presidente Nicolás Maduro de la Gran Misión Agro Venezuela, pensamiento y obra del comandante Chávez, que constituye el programa agrario necesario para lograr un modelo de producción agrícola que satisfaga de manera sostenible la producción de alimentos y su justa distribución al pueblo de Venezuela. Ese el camino de la revolución agraria impulsado por Chávez.

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