Reinaldo Iturriza detalla la factura que hemos pagado los venezolanos para lograr el «fin de la hiperinflación».
Entre 1999-2012, con Chávez en la presidencia, la inflación promedió el 22,01%. A partir del 2013 y hasta el 2021 esta cifra subió a 16.081,61%. Este último período tuvo picos «memorables» como el 130.060,20% del año 2018. Justo tras eso, los números han ido disminuyendo. Finalmente, Venezuela salió de la hiperinflación en enero del 2022, tras 49 meses con índices inflacionarios por encima del 50% en 16 meses y arriba del 100% en 5 meses.
Por eso, el fin de la hiperinflación es una buena noticia para la sociedad. Pero, ¿qué precio hemos tenido que pagar los venezolanos (especialmente las mayorías populares) para que esto fuese posible? Para ilustrar nuestra interrogante, bastaría con revisar una sola variable: el valor promedio anual del salario mínimo integral.
Algunos dirán que el salario mínimo ya no es un indicador de los ingresos de las mayorías y puede que tengan razón, pero esto no desdice la utilidad del indicador sino que nos remite a otro conjunto de problemas. Por ejemplo, millones de venezolanos forzados a abandonar el mercado formal de trabajo en busca de otras oportunidades. Oportunidades que se traducen en un mercado laboral fuertemente desregulado con sobreexplotación de los trabajadores
Hoy nuestra normativa laboral, una de las más progresistas del mundo, se ha convertido en letra muerta. Entonces, ¿qué importa más? ¿Los macroequilibrios económicos o la clase trabajadora? ¿Se pueden lograr los primeros sin perjudicar a los segundos?
Escucha por completo el Episodio 17: «Fin de la hiperinflación, ¿a qué precio?»
https://anchor.fm/espacioalcalino/episodes/Episodio-17–Fin-de-la-hiperinflacin–a-qu-precio-e1ejl6g
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Todos los viernes tendremos un nuevo capítulo, con las reflexiones de un grupo de colaboradores a la altura del momento.